Movimiento libre y madres de día 🌿

¿Cómo fomentar el movimiento libre y la psicomotricidad en el contexto de las madres de día?

Escrito por Mónica Ruiz Folgar
De Ca la Moni. Madre de día, educadora y arteterapeuta, en Vilanova i la Geltrú. 💚 CM de Madres de Día Garraf.

No todos los niñ@s se muestran activos y ágiles. Aún así, tod@s disfrutan de su libertad de movimiento. Algunos se muestran más extrovertidos, expansivos y hasta arrolladores. Otros parecen cómodos en el repliegue, la calma y los movimientos pequeños. Es importante observar a l@s niñ@s. Cómo son, a qué se acercan, en qué momento evolutivo se encuentran, qué piden, qué imitan, qué disfrutan, cual es su ritmo, y cómo respetarlo. Cada día hay un cambio, una evolución. Hoy os hablaremos de movimiento libre y madres de día.

Las madres de día ofrecemos un espacio consciente para el movimiento libre. Un espacio cuidado y amoroso. Los espacios diáfanos, y las estructuras simples y cotidianas favorecen la confianza, la práctica y repetición de las acciones. Cada niñ@, en su memoria evolutiva tiene grabado cada paso que tiene que dar en su crecimiento. Nada es casual, cada repetición, levantar la cabeza, voltear, pinzar, gatear, sentarse, caminar, sube-bajas, rampas y escalones, abre-cierra puertas y interruptores, coger un vaso, deslizarse, escalar, correr, saltar, chutar, etc. Todo es un aprendizaje donde cada paso se divide en más micro pasos previos.

Tener paciencia, y acompañar con confianza son factores que les permiten crecer, aprender jugando y disfrutar. Acorde a cada edad y cada momento evolutivo, podemos ofrecer espacios seguros de acceso libre y autónomo. A veces no disponemos de materiales educativos específicos en casa. No hace falta. Siempre hay un sofá, colchón, cojines, sillas y mesas estables, palés, aros, cajas, taburetes, troncos. Estos son ejemplos muy accesibles. Y además podemos acompañar el movimiento libre de manera sencilla con el juego, la música, el baile, el agua, la naturaleza. Son ejemplos saltar charcos, subir piedras y atravesar riachuelos, hacer la croqueta y volteretas, subir árboles, nadar en la playa, saltar olas, jugar con pelotas de tenis, chutar un balón, perseguir globos y burbujas de jabón.

Acompañar sin interferir

🌸Las madres y padres de día tenemos presente la importancia del no interferir, estimular y acompañar en presencia. Facilitar la confianza y la seguridad. Sin “ayudar”, pues saltarse un paso que no venga por una necesidad o interés del niñ@, perjudica mucho más que beneficia. No volteamos a los bebés hasta que ellos se dan la vuelta sol@s. No subimos a los niñ@s a lugares que no pueden acceder por sí sol@s. Incluidos toboganes o columpios simples. Adaptamos los muebles y las estructuras a su medida, acorde a su edad, y desarrollo. En resumen, las madres de día, observamos y potenciamos. Intervenimos poco y desde el juego. Apoyamos desde la presencia del apoyo amoroso, validando todas las expresiones genuinas. Y sostenemos las emociones que surgen en el aprendizaje del moverse, crecer, relacionarse. De manera íntima, desde la relación cotidiana y la atención personal.

Movimiento libre y madres de día: también acompañamos emociones

Acompañamos la frustración, el llanto y la rabia. El miedo y la inseguridad. La emoción y la alegría. La euforia y el cansancio. El movimiento libre pone en relación la materia y la subjetividad. El mundo interno del niñ@ con el mundo externo. La libertad de ser, y la aceptación incondicional y amorosa de su ser por parte de la madre de día, influencia en gran medida para crecer con salud, física, mental, emocional y espiritual. Acompañar a los niñ@s en sus primeros años, dando espacio a su ser es una fuente de aprendizaje para los que nos consideramos mayores. Observarlos te abre a ser consciente de tu postura corporal. La técnica Alexander, es un ejemplo de terapia postural basada en el movimiento natural de l@s niñ@s. Ser consciente de la comunicación no verbal, y de la importancia de la expresión emocional. Observar como la personalidad se forma en movimiento, con la práctica, con las experiencias. Y como van evolucionando nuestros matices, dependiendo de las vivencias cuando éramos niñ@s. No es un tema menor. El movimiento libre, no pautado, ni dirigido. Libre de expectativas, y plazos que cumplir para evitar ser etiquetados como niñ@s con dificultades X, Y o Z. Las madres de día respetamos y somos conscientes de la individualidad de cada niñ@. Dando tiempo al crecer, sin prisa, sin pausa, con placer. Y si muestra molestias físicas, irregularidades, o cambios importantes, derivamos a sanitarios y profesionales del campo que afecte. Nos gusta trabajar en armonía, coordinación y cordialidad. Las madre de día evitamos los juicios, las etiquetas, y las expectativas del niñ@ bueno, tranquilo y correcto. Moverse, gritar, enfadarse y ser incorrecto también es cosa de niñ@s, ¡y adult@s! Asumimos la corresponsabilidad junto a las familias. La de asegurar el espacio donde los niñ@s pueden ser niñ@s. Moverse, crecer, crear y destruir, expresar y disfrutar en libertad, con seguridad y aceptación amorosa.

En fin, las madres de día sabemos que el movimiento libre es vital para el desarrollo presente y futuro de los niñ@s. Lo cuidamos y lo potenciamos. 🌸